sábado, 31 de diciembre de 2011

Chau 2011......gracias

Puedo decir que el 2011 no fue un mal año.....tampoco fue un año feliz diria, pero cada tristeza estuvo llena de aprendizajes.

Un año donde siento que creci, dejando de lado muchas comodidades que me hacian tan mal. Un año donde me anime a salir al encuentro, donde puse "mi pan y mi pescado" y me anime a vivir de verdad. Un año donde ame, donde realmente me encontre con el otro y aprendi que lo necesito. Muchas tristezas, mucho dolor con cada paso.....dejar ir siempre es dificil, cada desprendimiento dolió, pero no hay nada como la satisfacción de sentirse en el camino correcto. No duele igual cuando sabes que estás haciendo las cosas bien, cuando elegis sabiendo que te estas cuidando, queriendo, respetando.....

Cuando recien lei mis palabras despidiendo el 2010, me puse contenta en el lugar que me encuentra ahora despidiendo este 2011. Creo que cumpli mis metas, a pesar de que capaz no todos los resultados son como me hubieran gustado, creo que todos tuvieron su porque. Podría decir que este año entendi un poco la pedagogia que Dios uso en mi vida.

Espero en el 2012 se pueda concretar eso que tanto deseo y que por momentos parece tan cerca.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Renovar la esperanza


Gracias a Dios siempre algo me hace renovar la esperanza. En este caso una nueva vida llega para decirme que todo es posible para Dios, que tengo que tener paciencia, continuar el camino y que quizas algun dia, la felicidad también toque mi puerta.

Pocas cosas me alegran tanto como ver que mis amigos son felices. El haber estado al lado de sus busquedas, de sus dolores, miedos y tristezas y ver que finalmente pueden sonreir y ser felices me llena de emocion y de esperanza.

Indalecio llega en un momento donde necesito un empujoncito para seguir adelante. Cansada de poner tanto esfuerzo para estar bien, me da una luz de esperanza que me llena de energia.

Gorda te quiero con toda mi alma, y aunque estemos lejos, pienso en vos siempre y te tengo en mis oraciones y en mi pensamiento. Agradezco a Dios que nos haya cruzado en este camino. Soy feliz de que seas feliz, y se me escapa una lagrima cada vez que te imagino con ese bebe precioso en tus manos. Gracias por renovar mi esperanza.